RELIGIOSIDAD POPULAR EN SANTAELLA
475 aniversario Cofradía de la Vera Cruz

            Y amaneció un nuevo día histórico para Santaella: el 22 de enero de 2023...

     Radiante el sol, como son casi todas las mañanas de la siempre soleada tierra andaluza, pero, como buen y típico mes de enero, fue un día ventoso, casi huracanado, apto para todas las peores pulmonías habidas y por haber, desagradablemente gélido, raro en estas latitudes campiñesas de Córdoba y Sevilla. Muy alegre, espiritualmente luminoso por un sol esplendoroso en las mismas latitudes y el calor ¡no del sol!, sino el calor multitudinario de un pueblo entregado a una de sus milenarias fiestas religiosas populares más genuinas, más señeras y más sabrosas. Se trataba de honrar y venerar a una especialísima imagen popular anónima, antiquísima, de bellísima factura artesanal de un Cristo crucificado aparecido en Santaella, no sabemos cuándo ni por qué, y que gozó de un singular cariño y devoción de las masas populares, allá por los albores del siglo XVI, cuando se veneraba CON SU YA FUNDADA COFRADIA, en su antigua ermita del Camino Pilón, antes de que se perdiera por derrumbe de años y se trasladara a otra ermita también del mismo siglo dedicada al culto de Santa Lucía, aledaña a la calle entonces denominada muy bellamente "Paraísos". Hoy absurdamente nominada Antonio Palma, honrando a un paisano rico casi contemporáneo, solamente por ser rico, al menos que sepamos por testimonios escritos conocidos, apenas fue nada relevante para el pueblo. Solamente que era un terrateniente dueño del antiguo cuartel, la bella casa solariega construida por el famoso don Miguel Vicente Fernández Alcaide y Lorite, más opulento que él y famosísimo en Santaella por haber sido un clérigo gran benefactor de los pobres y el constructor fundador del rico santuario barroco del Valle y oficial del Santo Oficio. En su atrio está enterrado este prócer fundador con un epitafio en muy bello latín y en el crucero delantero se encuentra la cripta funeraria familiar de su numerosa saga, toda devotísima de la Virgen del Valle. Don Antonio Palma en un día no muy lejano se la vendió al Ayuntamiento, llevándose sus valiosas por artísticas puertas, que sustituyó por otras muy feas. Esta artística casa solariega del fundador ha sido llamada de siempre la Casa de las Columnas y últimamente se encontraba en muy mal estado. El Ayuntamiento actual, al mando del alcalde con su corporación socialcomunista, le ha hecho una feliz, preciosa y costosa restauración dedicándola toda a Museo Arqueológico y Etnográfico, un auténtico logro y lujo moderno para Santaella.

    La conmemoración popular dirigida costeada y organizada por la Hermandad de la Veracruz fue un feliz acontecimiento de punta a cabo en su 475 aniversario como Cofradía. A las diez de la mañana más cruda de este invierno, salió la preciosa imagen del Crucificado de su ermita, sola, como salía desde su secular fundación, alfombrada esta vez no de claveles rojos tradicionales, sino de una singular floresta multicolor espectacularmente bellísima y muy del gusto generalizado del respetable, heroico y fervoroso público del pueblo. El cortejo acompañante, encabezado por el señor Alcalde, el presidente y la directiva del Cristo y por todas las directivas religiosas de la localidad, cofrades de todas las edades, bellísimas hermanas mantillas, carritos de pequeñines muy tapaditos por sus progenitores, mucho público devoto y una espectacular banda de tambores y cornetas traída de Sevilla que hizo las delicias de todos los presentes. La bella imagen del Crucificado fue colocada delante del torreón del castillo medieval y, a continuación, un gran altar para oficiar la misa solemne a cargo del Señor Párroco don José Francisco Gil Blanco y cantada muy dignamente por la Coral Diego Manrique, con todas las dificultades que produjo el fuerte y gélido viento del día. Fue dirigida por su director actual, don Eduardo Arroyo Maestre, y se interpretó la Misa Polifónica de Gounod y diferentes jugosos motetes de famosos compositores clásicos. Es justo reseñar como anécdota para la Historia que al final se estrenó oficialmente el Himno al Cristo que yo compuse hace más de treinta y cinco años y está grabado en CD desde hace años en los estudios Sonisur de Montilla, con esta misma coral, fundada, bautizada y dirigida por mí durante más de cuarenta años. Para la letra no tuve ningún problema, porque mucho antes me había aprendido de memoria el famoso y bellísimo Soneto a Cristo Crucificado, anónimo del siglo XVI y al que el gran crítico literario Asensio calificó en su día como "la más bella oración a Cristo Crucificado escrita en lengua castellana". Como recuerdo y delicia de los amantes de nuestra enorme literatura y como homenaje a mi Cofradía, lo quiero recordar aquí:

             No me mueve, mi Dios, para quererte
             el cielo que me tienes prometido,
             ni me mueve el infierno tan temido
             para dejar por eso de ofenderte.

             Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
             clavado en una cruz y escarnecido,
             muéveme ver tu cuerpo tan herido,
             muévenme tus afrentas y tu muerte.

             Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
             que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
             y aunque no hubiera infierno, te temiera.

             No me tienes que dar porque te quiera,
             pues aunque lo que espero no esperara,
             lo mismo que te quiero te quisiera.

(Atribuido a Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier, San Juan de la Cruz, Fray Antonio de Guevara, pero sigue considerándose anónimo).

    Con la música no tuve problemas; dentro de mi limitada competencia musical, la escribí con el corazón más que con la cabeza, pero creo que me salió bastante sincera y con un final muy estridente, valiente y fervoroso. Al finalizar la misa, hubo una despedida del Presidente y un regalo de este como despedida al director de la banda sevillana y enseguida la procesión emprendió su vuelta a la ermita de su nombre, con muchísimo público, a pesar de la crueldad climatológica ya mencionada. Y a las dos terminó el acto, con su encierro solemne al son del Himno Nacional y los vivas de los fieles asistentes.

Santaella 23 de enero de 2023                  
Rafael Ruiz, Cronista Oficial de la Villa